¿Están los haces de electrones infrautilizados en radioterapia externa?
Resumen
Esta controversia nace gracias a una propuesta de Damián Guirado Llorente por las razones que él mismo apunta en la motivación. Damián ha actuado también como moderador y los dos participantes son Juan Francisco Calvo, que justifica el progresivo abandono de los haces de electrones en radioterapia y Rafael Arráns, a favor de un mayor uso de los haces de electrones en la práctica clínica.Damián Guirado Llorente es Licenciado en Ciencias Físicas y Doctor por la Universidad de Granada, especialista en Radiofísica Hospitalaria. Trabaja en la Unidad de Radiofísica del Hospital Universitario San Cecilio de Granada. Ha sido miembro del Comité de Redacción y Director de la Revista de Física Médica. Ha desarrollado su trabajo fundamentalmente en las áreas de dosimetría en radioterapia y radiobiología.
Juan Francisco Calvo Ortega es Licenciado en Físicas por la Universidad de Granada. Es especialista en Radiofísica Hospitalaria habiendo realizado la residencia en el Hospital General Vall d’Hebron (1997-2000). Trabaja como Físico Adjunto en el Departamento de Radioterapia del Hospital Quirón Barcelona (desde el 2000 hasta la actualidad). Es experto en las técnicas de IMRT, IMRS, IGRT, SABR con equipamientos Varian y BrainLAB. Es autor de varias publicaciones en revistas de prestigio dentro del área.
Rafael Arráns y de Lara es licenciado en Físicas y Doctor por la Universidad de Sevilla. Se formó como especialista en el Rigshospitalet de Copenhague. En colaboración con el Hospital General de Valencia, fue el primero que implementó la técnica de la Radioterapia con Intensidad Modulada en España en 2001. En la actualidad es el responsable del Servicio de Radiofísica del Hospital Virgen Macarena de Sevilla.
Motivación de la controversia
Los haces de electrones han sido muy importantes en radioterapia, pero su uso en la práctica clínica es cada vez menor. Salvo para técnicas que podemos calificar de especiales y, por tanto, empleadas en pocos centros, como la radioterapia intraoperatoria, los haces de electrones han sido sustituidos por haces de fotones en muchos casos. La capacidad de conformación de las nuevas técnicas en radioterapia y, tal vez, las dificultades para implementar tratamientos complejos de electrones que requieren, además, la fabricación de accesorios para administrarlos, han fomentado este desuso paulatino.
Por otra parte, el esfuerzo para la puesta en marcha y el control de calidad de los haces de electrones generados por aceleradores de uso clínico es importante. Aunque se usen poco, suponen una carga de trabajo sustancial en todos los centros en los que estos haces están disponibles.
Para centrar estas ideas y ganar concreción, a costa, claro, de una pérdida de generalidad, mostraré el ejemplo de lo que ha sucedido entre los años 2011 y 2015 en el hospital en que trabajo: el empleo de los haces de electrones, como tratamientos de base, ha supuesto el 1.6% de los tratamientos administrados; como tratamientos de sobreimpresión del lecho tumoral en cánceres de mama, donde han sido fundamentales en el pasado, han pasado del 30% en 2011 a menos del 4% en 2015. Por otra parte, y aunque disponemos de haces de electrones con 6 energías nominales de entre 6 y 21 MeV, desde 2011 no se han usado clínicamente los haces de 18 y 21 MeV; sin embargo, los procedimientos de control de calidad se han aplicado a todos los haces desde la puesta en uso clínico del acelerador que los produce.